Diferentes factores son los que pueden originar este molesto mal, puede deberse a un mal cepillado, o demasiado agresivo para nuestra encía, el tener prótesis dentales mal colocadas, tic nerviosos como morderse la parte interna de la boca, alguna alergia alimentaria, o también por stress.
Para aliviar las llagas y su malestar podemos aplicar varios remedios caseros, tales como:
El más común que todos hemos hecho es enjuagarnos la boca con una mezcla de agua y sal marina, y en ocasiones también con bicarbonato. O los enjuagues con agua de carabaña.
Coloca sobre la llaga un bastón de algodón impregnado en azúcar de leche, puedes conseguirla en cualquier herboristería.
Un remedio doloroso, pero de lo más efectivo para la curación de la llaga es aplicar mostaza molida.
Varias son las infusiones que podemos preparar, como la de caléndula, o te de salvia mezclado con miel.
También muy eficaz para la curación de las llagas bucales son las hojas y tallos de zarzamora hervidos en agua.
No olvidamos las infusiones de romero. Con mucho cuidado el aloe vera es un buen remedio, en pequeña cantidad sobre la llaga, puedes elaborar un enjuague bucal diluyéndolo en agua. Otro enjuague que puedes preparar es usando la cáscara de granada rallada.
Aplica sobre la zona llagada aceite de árbol de té, este remedio aporta propiedades analgésicas y antisépticas, a la vez que cicatrizantes.
Para prevenirlas es recomendable tomar una manzana después de cada comida.
El limón siempre útil para las curaciones, y contra las llagas extrae el zumo de dos de ellos, viértelo en medio vaso de agua, y enjuaga inmediatamente la boca; hasta tres veces al día.
La cola de caballo hervida en agua durante unos 5 minutos aproximadamente te dará efecto calmante. Y para una rápida cicatrización, mastica arándanos u hojas de aguacate, según tu gusto.
Mientras padezcas estas molestias de llagas bucales, consume yogures y alimentos que contengan vitamina B, ácido fólico y hierro. Evita comer alimentos picantes y salados, y las bebidas frías.