Oración Milagrosa al Espíritu Santo

Cuando le rezamos al Espíritu Santo para pedir sus dones lo estamos haciendo a la unidad que representa con el Padre y el Hijo Nuestro Señor Jesucristo. Por tanto es orar al conjunto de la Trinidad y lo hacemos para pedir que nos proteja y ayude en nuestro caminar por la vida.

Se suele rezar al Espíritu Santo para que nos bendiga y proteja de los enemigos y las malas energías del mal y consigamos estar en armonía con la fuerza de Dios.

La oración que le presentamos es general y puede ser utilizada para cualquier problema en el que necesitemos ayuda o simplemente para pedir fortaleza y para que el Espíritu Santo nos mantenga protegido y nos ampare.

Oración

Padre, Hijo y Espíritu Santo

Que el Espíritu de Dios Todopoderoso recaiga sobre mí y los míos para que me proteja y ampare.

Que su fuerza protectora del bien me envuelva y me de la tranquilidad y energía necesaria para afrontar los problemas de la vida diaria.

Que su blanca luz llegue hasta mí y reconforme mi alma, tanto ahora como en la hora de marchar del mundo terrenal.

Santo Espíritu que con la bondad de la Trinidad me llene de paz y alegría y me evite los males y problemas cada día.

Que tanto el Padre, como su Hijo Jesucristo en unidad contigo tengan a bien escuchar mi oración y disipar mis dudas, solventar mis problemas y aclarar mis ideas.

Por todo ello te pido que:

(Realizamos la petición)

Te la bondad y misericordia de escuchar mi plegaria y atenderme aun a sabiendas de mi impureza y necesidad de limpieza espiritual, ya que por ello acudo pidiendo tu ayuda y comprensión.

Creo en Dios, en la Madre de Dios Hijo, Jesucristo y en tu fuerza de unidad Todopoderosa para mi socorro y consuelo.

Amen.

Esta oración la podemos realizar tanto al levantarnos por la mañana o al irnos a dormir. Conviene acompañarla de un Padrenuestro y un Avemaría. No está de más rezar otras oraciones junto con esta para una mayor protección y armonía con las fuerzas del bien.

NOVENA AL ESPÍRITU SANTO

Las novenas, cuando nos referimos a las oraciones, consisten en realizar ciclos de nueve días de rezos al mismo Santo o Entidad.

Pensamos que como lo importante son los sentimientos más que las palabras que se puedan decir en una oración, no es necesario el ir a rezar una cosa diferente cada día.

Es más, creemos que a los Santos se les reza siempre, tanto si tenemos problemas, como si las cosas nos van bien. No vale acordarse de ellos solo cuando lo necesitamos.

En ocasiones, rezamos y hacemos novenas, y cuando se nos ha solucionado nuestra necesidad ya no volvemos a rezar o acordarnos, ni del Espíritu Santo ni de nadie.

Es el egoísmo típico de muchos seres humanos. Recuerden que de bien nacidos es ser agradecidos.